Michael Madsen fue, ante todo, un actor con presencia. Su silueta, su voz ronca, su mirada de tipo duro lo convirtieron en uno de los intérpretes más singulares de su generación. Este jueves Madsen falleció a los 67 años en su casa de Malibú, tras sufrir un paro cardíaco.
La noticia fue confirmada por su publicista, Liz Rodríguez y por sus representantes Susan Ferris y Ron Smith, quienes lo describieron como “uno de los actores más emblemáticos de Hollywood a quien muchos extrañaremos”. El Departamento del Sheriff de Los Ángeles informó que no hubo indicios de crimen, las causas de su muerte fueron naturales.

Michael Madsen, Harvey Keitel y Steve Buscemi, en ‘Reservoir Dogs’, de Quentin Tarantino (1992). Foto: Cortesía
Con una carrera que abarcó más de cuatro décadas y más de 300 producciones, Michael Madsen interpretó a Mr. Blonde en «Reservoir Dogs» y Budd en «Kill Bill».
Nacido en Chicago en 1957, Madsen inició su carrera como actor de teatro antes de entrar al mundo cinematográfico. En los años 80 y 90 se consolidó como una figura constante del cine de acción y drama, pero fue su colaboración con Quentin Tarantino la que lo convirtió en leyenda. Su escena en «Reservoir Dogs», donde baila al ritmo de «Stuck in the Middle with You» mientras tortura a un policía, es considerada una de las más impactantes del cine moderno.
Más allá de Tarantino, participó en cintas como «Thelma & Louise», «Donnie Brasco», «Sin City», «The Hateful Eight» y «Érase una vez en Hollywood». También tuvo una prolífica carrera en el mundo de la televisión y los videojuegos, prestando su voz en títulos como «Grand Theft Auto III».
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Madsen, además, era poeta. Publicó varios libros de poesía en los que exploraba su lado más vulnerable. En sus versos hablaba del dolor, del amor, de la redención.









