En El Salvador, la sopa de pata es mucho más que un plato: es un ritual de sabor y tradición que reúne familias, revive historias y convierte cualquier mesa en un lugar de unión entre generaciones.
El Mercado Tinetti, en el centro de San Salvador, es famoso por ofrecer una de las mejores sopas de pata del país. Tony Castellanos viaja desde San Vicente solo para disfrutarla, asegurando que “no tiene comparación”.
«En muchos lugares de El Salvador la preparan y aquí es calidad, no se compara con otros lugares. Tengo como 15 años de venir acá, me gusta comerla con cebolla, limón, chile y aguacate, no tiene que faltar eso», afirmó Castellanos.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Damaris Gómez.
¿Cómo se prepara la sopa de pata?
La preparación de la sopa es todo un arte: combinar yuca, plátano y elote frescos, crear un caldo espeso y sabroso, y, sobre todo, prestar atención a cada detalle para lograr ese sabor único que la distingue.
«Desde un día antes se cuecen las patas. Luego, después se pone el agua a hervir, se le echan las especies, elote yuca, tripa y nervio. También se le pone orégano y la cebolla que va alrededor», explicó la cocinera Ana Victoria Rauda.
Un complemento imprescindible para realzar el sabor de este platillo es la cebolla encurtida y picada, que aporta frescura y un contraste perfecto a la receta.
«El curtido y la cebolla es la que le da el toque a la sopa, hay unos que lo prefieren así, solo limón le echan y hay otros que dicen que no, que no quieren cebolla. Pero el aguacate y el rábano siempre lo piden las personas», comentó María Isabel Vásquez, quien trabaja en un comedor del Mercado Tinetti.
Fotografías: Cortesía.
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Un legado familiar que se sirve en cada plato
La sopa de pata no solo conquista paladares, sino que también representa la unión familiar, la identidad cultural y una fuente de sustento. En lugares como «Sopa de Patas Tanchito», tres generaciones han mantenido viva esta tradición.
«Tiene más de 60 años de existir, ya que esta es la tercera generación que está presente en el Mercado Tinetti con la sopa de patas, desde mi bisabuela, mi madre y mi hermano y yo también. Lo que hace único el toque que tiene esta sopa son las manos de sus cocineras que son años que tienen de trabajar con nosotros y creo que es también por el cariño que se le tiene a toda esta tradición de atender a nuestros clientes, atender a las familias enteras que vienen», aseguró Kevin Campos, uno de los encargados del negocio.
La sopa de pata va más allá de ser un simple platillo: simboliza la identidad y refleja la cultura salvadoreña. Las familias transmiten cada receta de generación en generación, llevando tradición, historia y sabor, y mostrando que la riqueza del país también vive en sus platos y en quienes los preparan.
¿Está listo para disfrutar del auténtico sabor de este platillo?









