La Corte Suprema de Estados Unidos dio este viernes una importante victoria al presidente Donald Trump. Con seis votos a favor y tres en contra, los jueces limitaron el poder de los jueces federales para bloquear en todo el país su orden que quita el derecho a la ciudadanía por nacimiento, protegido por la 14ª Enmienda.
Aunque no dijo si el decreto es constitucional, la mayoría apoyó a Trump en una de sus peleas más fuertes con el poder judicial: la capacidad de los jueces de distrito para detener sus medidas a nivel nacional.
Por su parte, el mandatario se pronunció en la red social Truth Social. «Esta mañana, la Corte Suprema ha otorgado una victoria monumental a la Constitución».
El presidente firmó en su primer día en el cargo una orden ejecutiva que limitaba el derecho automático a la ciudadanía para las personas nacidas en Estados Unidos, un derecho garantizado por la Constitución desde hace más de siglo y medio. Esta enmienda permite que los hijos de inmigrantes sin documentos obtengan la ciudadanía al nacer, lo que facilita que sus padres también puedan legalizar su estatus.
El decreto enfrentó de inmediato varios obstáculos judiciales, con bloqueos provisionales emitidos por jueces federales de distrito en 22 estados. Sin embargo, ahora la Corte Suprema impide que esas órdenes tengan efecto a nivel nacional, más allá de los estados bajo su jurisdicción. Así, el alto tribunal permitirá que el decreto de Trump entre en vigor en los 28 estados que no impugnaron la medida, a partir de «30 días después de la fecha de este dictamen», según afirmó la jueza Amy Coney Barrett, representante de la mayoría conservadora.
Anne LEBRETON / AFPTV / AFP
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¿Qué implica la decisión de la Corte Suprema de EE. UU.?
El decreto enfrentó de inmediato varios obstáculos judiciales, con bloqueos provisionales emitidos por jueces federales de distrito en 22 estados. Sin embargo, ahora la Corte Suprema impide que esas órdenes tengan efecto a nivel nacional, más allá de los estados bajo su jurisdicción. Así, el alto tribunal permitirá que el decreto de Trump entre en vigor en los 28 estados que no impugnaron la medida, a partir de «30 días después de la fecha de este dictamen», según afirmó la jueza Amy Coney Barrett, representante de la mayoría conservadora.
Esta victoria judicial fortalecerá la capacidad de Trump para impulsar su agenda, no solo en este caso, sino también en otros donde jueces federales han bloqueado sus decretos. De esta forma, reduce aún más las restricciones al poder ejecutivo, que a lo largo del tiempo ha ganado más autoridad a costa del legislativo y el judicial, y que Trump está llevando a nuevos niveles con un récord en la firma de órdenes ejecutivas.
«Gracias a esta decisión, ahora podemos aplicar sin demora numerosas políticas que han sido injustamente prohibidas en todo el país», afirmó Trump, «incluyendo la ciudadanía por nacimiento, el fin de la financiación de las ciudades refugio, la suspensión del reasentamiento de refugiados, la congelación de fondos innecesarios, el fin del pago por parte de los contribuyentes federales de las cirugías de reasignación de género y muchas otras prioridades. Tengo una lista completa».









