Las grandes empresas tienen renombre, pero las que hace el día a día, son los micro y pequeñas empresas (MYPES); sin embargo, esas son precisamente las que afrontan muchas dificultades para acceder a créditos.
Esto reflejó en el informe “Estado de la MYPE 2025: La otra cara de la economía”, que presentó el Observatorio MYPE de la Fundación de Apoyo Integral (FUSAI) y el Programa El Salvador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
Hoy estuvieron en Frente a Frente, de TCS, Luis Castillo, director Corporativo de la Fundación de Apoyo Integral (FUSAI); y, William Pleites, director de FLACSO El Salvador, para hablar de los principales hallazgos.
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Con una contribución promedio conjunta del 48.8 % al PIB entre 2020 y 2023, las MYPES — formales e informales — constituyen la columna vertebral de la economía salvadoreña.
“Esa carga asfixia, que no permiten a los empresarios acceder al crédito, hay un montón de barreras de acceso al crédito, de sobreendeudamiento, etc.”, subrayó el director Corporativo de la FUSAI.
Y es que las MYPES formales e informales conforman el 99 % del parque empresarial de El Salvador; las medianas empresas son el 0.3 %; y, las grandes empresas, son el 0.1 % del país. Es decir, se está hablando de la economía del país.

Foto Cortesía: FUSAI.
El estudio revela que, a pesar de representar apenas el 3.6 % del parque empresarial, las MYPES formales contribuyeron con el 8.2 % del PIB, equivalente a más del doble de lo que correspondería a su tamaño. Por su parte, las MYPES informales generaron el 40.6 % de la producción nacional.
MYPES: columna vertebral
“Ahí (distribución de MYPES, según tamaño) hay desde gente que está luchando por la sobrevivencia, hasta gente que, por su resiliencia o dinamismo, está escalando hasta tamaños más grandes, medianas y grandes empresas”, apuntó Pleites.
Las MYPES confían en crecer, pero sus modelos de negocio inestables y el entorno adverso impiden materializar esas expectativas.
Y es que, la saturación de negocios que ofrecen el mismo tipo de productos y compiten en un mercado limitado genera un aumento de la competencia que afecta a casi la mitad de las empresas.
Mientras que, la pérdida del poder adquisitivo de la población, reduce la demanda y limita las ventas.
Video/TCS.
Otro de los hallazgos principales de este informe es detallar que la Ley contra la usura, promulgada en 2013, se muestra ineficaz; ya que no solo deja fuera al mercado informal, sino que también carece de mecanismos de supervisión en los sectores donde la usura tiene mayor presencia y afecta con más fuerza a las MYPES.
Tampoco establece incentivos para que la banca formal amplíe su cobertura hacia las unidades económicas más frágiles. El informe indica que la usura tiene un impacto macroeconómico que limita el crecimiento de las empresas y perpetúa la informalidad.
“Cuando uno examina la Ley contra la Usura, para un especialista, lo primero que observa es que fue formulada por personas que realmente desconocían del tema. Lo que predominó fue una visión muy populista”, sostuvo el director de FLACSO El Salvador.
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