Atravesar calles inundadas puede convertirse en una decisión fatal. Expertos advierten que nunca debe subestimarse la fuerza del agua. Conducir bajo estas condiciones no solo amenaza la seguridad de los ocupantes, también compromete el estado mecánico del carro.
Germán López, de Taller López, explicó: “la recomendación es no cruzar charcos ni inundaciones, porque el agua puede entrar al motor y dañarlo totalmente”.
La primera acción debe ser evaluar la profundidad. Si supera medio neumático, el riesgo es inminente. Además, no debe existir corriente visible. La velocidad baja y el cruce en línea recta son factores clave para minimizar el peligro.
Te podría interesar: Estrés infantil: ¿cómo reconocerlo a tiempo?
Qué hacer y qué evitar en calles inundadas
Los especialistas enfatizan que ciertos errores pueden costar caro. Nunca se debe intentar pasar si hay corriente, con 30 centímetros basta para arrastrar un carro.
Tampoco se debe acelerar de forma brusca ni detener el vehículo en medio del cruce. Abrir la puerta con agua acumulada puede empeorar la situación y exponer al conductor.
López señaló, además, otro peligro oculto: “bajo el agua pueden esconderse baches, alcantarillas sin tapa o corrientes que arrastran incluso vehículos pesados”.
Conducir rápido tampoco es opción. La ola que se levanta puede dañar componentes esenciales y bloquear la visibilidad del parabrisas. Esto incrementa el riesgo de choques y accidentes.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Fabiola Hernández.
Desde Cruz Roja Salvadoreña hacen un llamado a mantener la calma. “Si queda atrapado, lo mejor es permanecer dentro del vehículo y esperar a los equipos de rescate”, afirmó Luis Galdámez, socorrista de la institución.
Los expertos coinciden en que lo más importante es priorizar la vida. Si el carro queda cubierto, debe trasladarse con grúa al taller mecánico. Encenderlo sin esperar puede provocar fallas irreversibles.
Finalmente, las inundaciones representan un riesgo grave tanto para las personas como para los vehículos. La prevención y la prudencia al volante son las mejores herramientas para evitar daños y salvar vidas.









