El Barcelona venció (0-2) al Villarreal en la jornada 17 de LaLiga celebrada en el estadio de La Cerámica, exigente compromiso que resolvió el líder con los goles de Raphinha y Lamine Yamal, condenado el «Submarino» por la falta de acierto y la expulsión de Renato Veiga en el minuto 39.
Los catalanes empezaban a asentarse cuando Raphinha montó la guerra por su cuenta y provocó un penalti de Santi Comesaña con un gran recorte en el área. El propio capitán azulgrana convirtió el 0-1 y poco después tuvo un balón al larguero, aunque el partido, sin centro del campo, se vivió en ambas áreas.
Los de Marcelino llegaron a celebrar el 1-1, de Koundé en propia puerta, pero en fuera de juego de Sergi Cardona, y en una mala cesión de Alejandro Balde, Tajon Buchanan no marcó de milagro de Joan García.
Antes del descanso llegó un segundo golpe para la estabilidad del «Submarino», roja a Renato Veiga.
El portugués del Villarreal cazó a Lamine Yamal y Javier Alberola no dudó en expulsarle. A partir de ahí, a los de Marcelino se les complicó la presión tan buena que habían practicado y el Barça se quitó un peso de encima.
A Luiz Júnior se le acumuló el trabajo y, en una jugada de asedio y remates frustrados, el internacional español fusiló con la puntera el 0-2, castigado de nuevo el equipo de Marcelino por falta de contundencia en las áreas, el debe de las últimas dos derrotas en Champions y Copa.
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