Un estudio de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) advierte que la baja natalidad en la región puede convertirse en un desafío para países como El Salvador, por el hecho de que menos nacimientos significa menos población en edad productiva y más adultos mayores, lo que le genera un impacto directo en la economía.
La baja natalidad y el aumento de la esperanza de vida están transformando la estructura poblacional en América Latina, esto es parte de un fenómeno global de transición demográfica, así lo explica, Adriana Velásquez, oficial del Fondo de Población de las Naciones Unidas.
“El mundo está experimentando una transición demográfica en el marco de la cual, se registran diferentes sucesos como: la postergación o la decisión de no tener hijos”.
Esta forma de pensar influye por la convergencia de diferentes factores, por ejemplo; las mujeres en la actualidad tienen más educación de la que tenía las generaciones anteriores, señala la Oficial del Fondo de Naciones Unidas.
Baja natalidad amenaza sostenibilidad del mercado laboral
Sobre esta situación en el país, el ministro de Trabajo, Rolando Castro advierte que en unos años se podría tener una población parecida a la de Europa, es decir, con menos personas en edad de trabajar y más adultos mayores.
Video/TCS.
Capital humano depende de la juventud
El Fondo de Población de las Naciones Unidas advierte que la juventud salvadoreña representa una etapa clave para invertir en capital humano. En un contexto donde el país aún goza de su bono demográfico, pero avanza con rapidez hacia el envejecimiento poblacional.
Bajo este escenario, las instituciones sostienen que el desafío es garantizar pensiones, acceso a servicios de salud y condiciones dignas para la población mayor, al mismo tiempo que se buscan estrategias para mantener un mercado laboral dinámico.









