Al menos seis soldados murieron y otros 31 resultaron heridos el jueves en un ataque con drones y explosivos contra una base militar colombiana cerca de la frontera con Venezuela, informó el Ministerio de Defensa.
Las autoridades indicaron que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) utilizó drones con explosivos improvisados y artefactos explosivos no convencionales tipo tatuco.
En medio de frustradas negociaciones de paz con el gobierno del izquierdista Gustavo Petro, el ELN lanzó el segundo ataque mortal contra la fuerza pública en una semana, asesinando a ocho uniformados, sin mostrar señales de la tregua navideña que se había otorgado en años anteriores.
Las Fuerzas Militares informaron en un comunicado que el ataque tuvo lugar en un batallón de infantería del Ejército, ubicado en un poblado rural del departamento del Cesar (norte del país).
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Violencia sin tregua en Colombia
La ofensiva de la guerrilla más antigua de América contra militares y civiles representa la peor escalada de violencia en diez años. Además, esto se agrava por la presión de otros grupos armados que desafían al Estado.
El martes, un nuevo ataque con explosivos atribuido a los rebeldes en Cali, la tercera ciudad más grande del país, dejó dos policías fallecidos.
El ELN intensificó su presión con un «paro armado», una medida que restringe la movilidad de la población en las zonas donde ejerce control.
Durante estos períodos, la guerrilla de raíces guevaristas impide que los habitantes de comunidades aisladas transiten por carreteras y ríos. Esto bloquea el suministro de alimentos, medicinas y productos esenciales.









