El pasado 21 de noviembre, los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Venezuela, Nicolás Maduro conversaron por teléfono. Fue una llamada breve, duró unos 15 minutos, pero, según varias fuentes, perfiló la estrategia de Washington hacia Caracas.
Maduro pidió inmunidad legal para él, su familia y unos cien colaboradores cercanos, el fin de sanciones estadounidenses y el cierre del caso ante la Corte Penal Internacional, CPI. Trump rechazó tajante todas estas solicitudes. La Casa Blanca no hizo concesiones.
Nicolás Maduro también propuso que la vicepresidenta Delcy Rodríguez asumiera un gobierno de transición previo a unas futuras elecciones. Trump volvió a negar esa posibilidad, lo que frustró uno de los pilares del plan de salida de Maduro.
Trump inflexible con Maduro
Según las fuentes consultadas, Trump dijo a Maduro: “Huye cuanto antes, Nicolás”. Y le dio una semana de plazo para abandonar Venezuela junto a su familia hacia un destino de su elección. Pero ese “pasaporte seguro” expiró sin respuesta.
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Tras el fin del plazo, EEUU declaró el espacio aéreo venezolano cerrado, por lo que la oferta de salida inmediata quedó sin efecto. Y las opciones de Maduro se han reducido luego que Trump rechazó la amnistía, el perdón y un nuevo gobierno interino.
Fuentes cercanas a la conversación estiman que Maduro buscaba garantías reales antes de ceder el poder. Pero Trump se negó de plano. Algunos analistas interpretan la llamada como un último golpe de gracia psicológico: un mensaje claro de que Washington no aceptará ninguna transición negociada, sino una salida inmediata.
La versión de Nicolás Maduro
Este miércoles, el presidente Maduro confirmó esa llamada telefónica con Trump. “Efectivamente, hace unos 10 días aproximadamente, de la Casa Blanca llamaron al Palacio de Miraflores y tuve una conversación telefónica con el presidente Donald Trump” expresó el mandatario venezolano.
Maduro se remontó a los 6 años en que fue canciller de Hugo Chávez en los que, asegura, aprendió “la prudencia diplomática”. “A mí no me gusta la diplomacia de micrófono. Cuando hay cosas importantes, en silencio tienen que ser, hasta que se den. Yo recibí una llamada y conversé con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump”.
Pero no dio mayores detalles de lo conversado. Pero la calificó de cordial, porque considera abre una posibilidad de diálogo y de paz. “Puedo decir que la conversación fue en un tono de respeto. Inclusive, puedo decir que fue cordial, entre el presidente de los Estados Unidos y el presidente de Venezuela. Digo más, si esa llamada significa que se están dando pasos hacia un diálogo respetuoso, de Estado a Estado, de país a país, bienvenido el diálogo, bienvenido la diplomacia, porque siempre buscaremos la paz” dijo Maduro, que gobierna Venezuela desde 2013, tras la muerte de Chávez.
¿Cuáles son los posibles escenarios?
Si Maduro no acepta salir de Miraflores, el cierre del espacio aéreo y la presión militar podrían ser preludio de escaladas más agresivas. Según analistas, es una apuesta arriesgada porque se enfrenta a posibles sanciones, aislamiento y posible persecución internacional.
Y para Washington, este paso refuerza su estrategia: aislar al régimen chavista, debilitarlo desde dentro y prepararse para acciones más drásticas en caso de resistencia. La administración Trump combina amenazas reales con ofertas de salida rápida: un método que busca quebrar al régimen por agotamiento, sin necesidad de una invasión.
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