“Evidencias”, “Mi talismán” y “A pesar de todo” fueron solo algunas de las canciones que se escucharon con fuerza en el Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda. Así comenzó la noche en la que Ana Gabriel se presentó en El Salvador con su “Claro de Luna Tour”, donde se encontró con miles de fans que por décadas siguen su música.
Conocida mundialmente como «La Luna de América», la artista ha construido una carrera marcada por una voz potente, un estilo inconfundible y una manera de interpretar que hace que su público no solo cante sus temas, sino que los viva con todos los sentimientos. Ese vínculo se notó desde el primer minuto del show.
La intensidad creció cuando el repertorio avanzó con canciones como “Nadie sabe lo que tiene” y “A pesar de todo”. El público cantó con entrega cada verso, llenando el gimnasio con un sonido que se mezcló con emoción y una conexión especial que pocas artistas logran mantener a lo largo del tiempo.
El concierto contó con banda en vivo, efectos visuales y un trabajo de iluminación que acompañó cada transición. En canciones como “México lindo”, “Es demasiado tarde” y “Hechizo”, un mariachi apareció en el escenario para acompañar a la cantante, creando un momento que levantó aún más la participación del público, que cantó cada
estrofa.
Ana Gabriel también llamó la atención por sus cambios de vestuario. Inició la velada con un saco rojo intenso de solapas blancas, camisa blanca, corbata roja y pantalones grises de talle alto. Un look moderno que contrastaba con las luces azules del escenario. Más tarde, decidió quitarse el blazer y continuar únicamente con camisa, corbata y tirantes grises, una combinación más cómoda que le permitió moverse con libertad mientras avanzaba el show.
Para el cierre, presentó un tercer atuendo con un estilo totalmente distinto: un conjunto de rayas verticales en tonos claros, compuesto por chaleco y pantalón a juego, camisa blanca y una corbata roja que resaltaba al centro. Un diseño elegante y muy definido que acompañó los últimos momentos del concierto con canciones como “Ay amor” y “Simplemente amigos”.
Cada presentación de Ana Gabriel deja en claro por qué es tan querida por su público. La cantante tiene la capacidad de convertir sus temas en historia viva; ayer, el público salvadoreño lo confirmó al cantar a todo pulmón cada uno de ellos.









