Los líderes narcos de México, como Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín “El Chapo” Guzmán, “son finísimas personas… son buenas personas, buenas gentes”, afirmó el excampeón mundial de boxeo Julio César Chávez.
En una entrevista con Adela Micha, el exboxeador mexicano explicó que, debido a su éxito deportivo y su vida en Culiacán, Sinaloa, coincidió varias veces con integrantes de bandas de narcotraficantes. “He conocido a todos… a Amado Carrillo (el “Señor de los Cielos”), a todo mundo. Y son unas finísimas personas. Bueno, al menos conmigo. Ya lo otro yo ya no sé lo que hacen» afirmó.
Julio César Chávez, 63 años, vivió su gloria deportiva entre 1980 y 2005, cuando fue considerado como el mejor boxeador libra por libra. Ganó títulos mundiales en 3 diferentes categorías. Realizó 115 peleas y ganó 107.
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Según Chávez, era común tras sus victorias, ver a los líderes del narco entre el público o en las fiestas privadas. Figuras como El Chapo, El Mayo, Amado Carrillo o los hermanos Arellano Félix estaban presentes.
Ser amigo de narcos
El boxeador retirado contó que también conoció a algunos narcos, como Los Chapitos, hijos de El Chapo Guzmán, cuando aún eran niños. Y a El Mayo Zambada lo describió como una “finísima persona” y muy amigo suyo. “Un señor muy respetuoso, ¿me entiendes? Y todo. Me mandaba llamar… ‘Ven a verme, c*****’. ‘No, no, vete a la ch******’, le digo”, contó Chávez.
Sin embargo, Chávez aclaró que nunca trabajó para los capos del narcotráfico mexicano y que conocerlos no le convierte en un criminal: “[Ser] amigo no quiere decir que tú estés”. Aseguró que se relacionó con ellos era por la vida social en Culiacán y que ahí “todo el mundo se conoce”.
Los vínculos de su hijo con el cártel de Sinaloa
“La gente se acostumbra, veo a la gente a veces contenta, feliz en Culiacán, la gente de Culiacán es buena, es noble, trabajadora, pero es complejo. Ya se han hecho mucho daño las familias, todo. Se han matado”, dijo Chávez sobre la normalización de la violencia en Sinaloa.
Las declaraciones llegan cuando el Cártel de Sinaloa enfrenta una guerra interna entre los narcos partidarios de El Chapo Guzmán y los de El Mayo Zambada. Además, su hijo, el también boxeador Julio César Chávez Jr. enfrenta acusaciones de vínculos con la delincuencia organizada y tráfico de armas al servicio del Cártel de Sinaloa.
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