Una nueva amenaza preocupa a los expertos en ciberseguridad: el uso de Inteligencia Artificial (IA) para generar pornografía infantil a partir de fotografías reales de menores publicadas en redes sociales.
Compartir imágenes familiares en plataformas digitales es una práctica común entre los padres, quienes buscan preservar momentos especiales con sus hijos. Sin embargo, lo que parece una acción inocente puede convertirse en un grave riesgo para la privacidad y la seguridad de los niños y adolescentes.
La IA, diseñada inicialmente para crear arte digital y contenidos educativos, está siendo empleada con fines ilícitos. En los últimos meses, especialistas han alertado sobre el uso de esta tecnología para fabricar imágenes de menores en contextos sexuales y difundirlas en internet.
Los delincuentes acceden a perfiles públicos o de familiares cercanos para obtener fotografías que luego manipulan digitalmente. “Consiste en tomar las imágenes de un menor o de una persona y colocarlas en otros cuerpos o escenarios. Este contenido permite crear un ‘gemelo digital’ que se utiliza en escenas completamente distintas”, explica Víctor Cuchillac, experto en ciberseguridad.
¿Cómo prevenir contenido sexual infantil creado con IA?
Ante esta amenaza, los especialistas insisten en la importancia de la vigilancia parental y en limitar la información que se publica en redes sociales. “La Inteligencia Artificial no es mala, pero en manos equivocadas puede tener consecuencias graves”, advierte Cuchillac.
Padres de familia, como Sofía Guevara, han decidido tomar precauciones adicionales para proteger la seguridad digital de sus hijos. “El perfil de Instagram de mi hija está restringido. Tengo vinculado su correo con el mío, y utilizo la aplicación Family Link para supervisar su actividad. Solo puede agregar a compañeros de colegio o familiares cercanos, y cualquier nuevo contacto debe pasar por mi aprobación”, comenta.
Video/TCS.
Casos de pornografía infantil generada con IA ya han sido detectados en Estados Unidos y Reino Unido, donde ciberdelincuentes emplean fotografías reales de menores para producir y distribuir contenido ilegal. Las autoridades y expertos coinciden en que la prevención y la educación digital son claves para evitar que esta amenaza continúe creciendo.









