Usar lentes puede parecer una práctica común, ya sea por moda o por necesidad visual. Sin embargo, cuando se utilizan sin prescripción médica, podrían causar más daño que beneficio a la salud ocular.
Por comodidad o gusto, muchas personas compran lentes en línea o en tiendas sin realizarse un examen visual previo. Pero esta práctica puede alterar la visión y provocar molestias a largo plazo, según advierten especialistas en oftalmología.
“Si un paciente solo compra lentes porque ve bien en el momento, puede estar generando un daño a nivel de retina y ocasionar una retinopatía diabética no diagnosticada a tiempo. Eso puede derivar en consecuencias mayores, incluso en una ceguera permanente”, explicó el oftalmólogo Stanley Pineda.
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¿Por qué se vuelve un riesgo usar lentes sin prescripción médica?
Aunque al principio puede sentirse un alivio o una mejora en la visión, el uso incorrecto de los lentes puede obligar a los ojos a esforzarse el doble.
“En el momento uno siente satisfacción porque logra una mejor visión, sobre todo en pacientes adultos. Sin embargo, al no tener la medida exacta, con el tiempo comienza la visión borrosa”, agregó Pineda.
Los efectos varían de persona a persona, pero algunos signos de alerta incluyen dolor de cabeza, ojos rojos, irritación, fatiga visual y pérdida de concentración.
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“Como estás haciendo mayor esfuerzo, tu concentración ya no es igual. Tenemos pérdida de atención y una sensación de agotamiento constante”, detalló el especialista.
Por ello, acudir con un oftalmólogo para una evaluación y diagnóstico adecuados es fundamental. De esta manera, no solo se recibe el tratamiento correcto, sino que también se previene el deterioro de la salud ocular.
Para Dirce Rico, paciente con miopía y astigmatismo, el uso de lentes recetados ha sido clave para su bienestar. “Es importante tener lo que uno realmente necesita, adecuado al ojo. Esa comodidad de ver bien, sin ardor o molestias, es lo que da seguridad”, enfatizó.
Los especialistas recomiendan:
- Evitar el uso de lentes sin diagnóstico previo.
- Realizar chequeos visuales de forma periódica.
- Consultar siempre a un oftalmólogo antes de adquirir nuevos lentes.
