El sector cafetalero de El Salvador enfrenta uno de sus años más difíciles. La producción del ciclo 2024-2025 cerró con apenas 750 mil quintales, una de las cifras más bajas en la última década, según la Asociación Cafetalera de El Salvador (ACES).
Cambio climático, principal causa de la caída
El presidente de la ACES, Sergio Ticas, explicó que la baja producción “se debió a los efectos del cambio climático y a la falta de lluvia”. Las sequías prolongadas, seguidas por lluvias irregulares, afectaron tanto la floración como la maduración del grano.
Sin embargo, para la próxima cosecha las proyecciones son más alentadoras. “Hay cafetales de medias y bajillos que ya comenzaron a cortar, pero las lluvias prolongadas podrían afectar la calidad del grano”, comentó Amílcar López, administrador agrícola.
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Ticas advirtió que si las precipitaciones se intensifican, podrían aumentar enfermedades como la roya y la antracnosis, lo que pondría en riesgo los cultivos.
Producción cafetalera tendría un impulso positivo en 2026
A pesar de los desafíos, algunos productores mantienen una visión optimista. Óscar Ramírez, caficultor de la zona occidental, expresó que esperan “tener más que el año pasado, ya que las fincas se encuentran en buenas condiciones”.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Claudia Martínez
Según Ticas, las estimaciones para el ciclo 2025-2026 apuntan a una producción de 850 mil quintales, lo que representaría un incremento del 15 % respecto al año anterior.
No obstante, los precios internacionales del café (entre 260 y 320 dólares por quintal) no compensan los elevados costos de producción y transporte. Ante ello, los productores salvadoreños apuestan por el café de especialidad como una alternativa para mejorar la rentabilidad y mantener vivo el legado del grano nacional.









