El gobierno de EEUU cerró parcialmente sus servicios este miércoles a causa del desacuerdo entre demócratas y republicanos sobre una extensión presupuestaria. Por lo que la Casa Blanca amenazó con despidos “inminentes”.
El Senado, donde es necesaria una mayoría de 60 votos de 100 para aprobar un proyecto de gasto público de los republicanos, tuvo un fracaso en una nueva votación, la tercera en menos de 24 horas. Además, no vuelve a reunirse hasta el viernes.
“Se está trabajando con agencias en todos los ámbitos para identificar dónde se pueden hacer recortes… y creemos que los despidos son inminentes”, declaró la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
De acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés), 750,000 funcionarios federales están afectados por este cierre administrativo, el cual amenaza con prolongarse.
Algunos de estos funcionarios recibieron la notificación de que deben quedarse en casa, sin sueldo. Mientras que otros deben seguir acudiendo a su puesto de trabajo, también sin cobrar, hasta que no se apruebe la extensión.
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Los demócratas aseguran que solo buscan restituir cientos de miles de millones de dólares en gastos de atención médica, en especial, en el programa de seguros de salud denominado Obamacare, que es para hogares de bajos ingresos.
El objetivo de los republicanos es extender el financiamiento actual hasta el 21 de noviembre y negociar un plan de gasto a más largo plazo.
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