Muchos padres de familia se preguntan qué es la dislexia infantil. Esta es la confusión de letras, sonidos y trazos, que puede presentarse desde los tres años y, en muchos casos, tiene un origen genético.
La psicóloga Celina Vargas explica: “la dislexia se centra en la dificultad para la conciencia fonológica, es decir, la capacidad que tenemos para identificar palabras y manipular los sonidos del lenguaje. Siempre hay causas genéticas; suele existir alguien en la familia con problemas de lectura o escritura”.
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Estrategias de apoyo y acompañamiento a pacientes con dislexia
Cuando se detecta a tiempo, la dislexia infantil puede abordarse con métodos específicos. La psicopedagoga Andrea Villalobos detalla: “primero trabajamos la conciencia de las palabras, hacerle saber al niño que cada frase cuenta con varias palabras. También reforzamos la conciencia de sílabas, lo sensorial y lo multisensorial. Además, la conciencia fonética: cada palabra tiene sonidos separados; por ejemplo, casa es c-a-s-a”.
En las aulas, los docentes también ajustan sus prácticas para evitar que los estudiantes se sientan rezagados. Al respecto, la profesora Tatiana Valle comenta: “se les complica porque quieren ir al ritmo de otros niños, pero no todos marchan igual”.
El rol fundamental de la familia
Psicólogos y maestros coinciden en que la observación y el acompañamiento familiar son esenciales. Crear un entorno de aprendizaje que respete los ritmos individuales garantiza no solo avances educativos, sino también bienestar emocional.









