En redes sociales se difundió la noticia del fallecimiento de un niño de dos años por asfixia mientras comía una uva sin supervisión de un adulto. El hecho, que derivó en un atragantamiento, ocurrió en el caserío Los Paniaguas, en el distrito de Atiquizaya, Ahuachapán Norte.
¿Qué alimentos se vuelven un riesgo para los menores si no hay supervisión?
Alimentos comunes como jocotes, palomitas de maíz, caramelos duros, frutos secos o trozos grandes de carne pueden convertirse en un riesgo silencioso para los niños.
Su tamaño, textura o dureza aumentan la posibilidad de asfixia si se consumen sin la supervisión de un adulto.
El pediatra Ángel Duarte señala que la alimentación infantil debe introducirse de manera gradual, según las habilidades y capacidades del menor. Además, subraya la importancia de cuidar las porciones en cada etapa.
- Alimentos catalogados como peligrosos
- Uvas enteras
- Salchichas
- Palomitas de maíz
- Frutos secos
- Caramelos duros o gomitas grandes
- Trozos grandes de carne, pollo o queso
- Vegetales crudos duros
- Semillas y granos
- Frutas duras
- Alimentos pegajosos
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El profesional añade que el atragantamiento en los niños puede tener consecuencias graves. “El riesgo inminente es de asfixia, otro de los riesgos es que vamos a tener problemas digestivos”, en este último punto, Duarte explica que pueden quedar atrapados “en la nasofaringe generando tos, pero se quedan trabados. El problema es que estos terminan descomponiéndose y generando sinusitis».
¿Cómo deben actuar los padres en una emergencia por asfixia?
Saber identificar los signos de atragantamiento puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Alexis Barrera, de Cruz Roja Salvadoreña, señala que existen dos tipos de atragantamiento.
El primero corresponde a una obstrucción total, que cierra las vías respiratorias; el segundo, a una obstrucción parcial, que deja pasar un poco de aire y permite respirar con dificultad. En estas situaciones, la piel puede presentar tonalidades azuladas, verdes o moradas.
Otra de las señales que resalta Barrera es que “las personas tienden a agarrarse el cuello, como por inercia o por instinto, como si tratara de sacárselo de una manera directa.»
Video/TCS.
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Cada edad requiere una técnica distinta, por lo que se recomienda capacitarse con profesionales de primeros auxilios.
«Si es un niño de brazos, sería de posicionarlo justamente por encima de un brazo, tratar de utilizar la fuerza de gravedad y su cabeza hacia abajo para darle un par de palmadas”.
La niñez es una etapa para descubrir y aprender, no para enfrentar emergencias. Cuando los adultos ponen en práctica la prevención y el cuidado, se garantiza un desarrollo más seguro.









