A 98 kilómetros de la capital se encuentra el lago de Güija, un lugar que parece ser apacible a simple vista, pero cuyas profundidades esconden secretos que fascinan y sorprenden a quienes se acercan.
Este sitio no solo cautiva por su belleza, sino que también envuelve a los visitantes con un aire de misterio que se percibe en cada rincón de sus aguas. Para los lancheros locales que lo recorren a diario, sus secretos y leyendas forman parte del paisaje cotidiano.
«Tengo como unos 25 años de andar navegando ahí… Algunos dicen que los han asustado, pero el agua tiene un encanto, al que le sale lo hace temblar porque como no lo dejan estar a gusto», contó Alfonso Oliva, lanchero de la zona.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Alex Rivas.
Entre las leyendas que rodean este lago, destaca la de una serpiente gigante que, según se dice, habita sus aguas.
«A la culebra le encanta andar a la orilla del lago, de noche y comiendo», aseguró Oliva. Aunque no se sabe si este misterioso ser podría atacar un bote, es mejor mantenerse alerta.
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La ciudad escondida en las profundidades del lago de Güija
Bajo las aguas del lago permanecen relatos envueltos en misterio, como el de una ciudad sumergida cuya iglesia deja ver, en ocasiones, la cruz sobre la superficie.
«Los abuelos contaban que ahí era un río y que cuando la laguna llenó, no sé qué pasó pero se hizo la laguna. Ahí supuestamente a orillas del río había casas y había una ciudad y ahí se hundió la iglesia, cuando la laguna bajaba a su nivel máximo se rumora que los lancheros golpeaban con la lancha la cruz», dijo un habitante de la zona.
Sin embargo, explorar las profundidades del lago de Güija no es tarea sencilla. La visibilidad se convierte en un gran obstáculo para quienes se atreven a adentrarse.
«La laguna hasta un cierto nivel se puede llegar, más adentro ya se han metido algunos buzos y hay una capa de lodo. Da miedo como no se mira nada cuando se mete no han podido llegar a lo profundo de ahí de la laguna», subrayó el mismo residente.









