La caída de pelo en los perros es frecuente, sobre todo en determinadas épocas del año, aunque también puede ser un indicio de problemas de salud. Diferenciar entre un proceso natural y una pérdida anormal del pelaje es clave para garantizar el bienestar de las mascotas.
«La caída de pelaje puede deberse a dos grandes factores, el primero puede ser el tema de muda estacional que es normal en muchas razas, sobre todo en aquellas que tienen doble manto, pero también puede ser un indicador de alguna patología de la piel», subraya la médica veterinaria Andrea Hurtarte.
Causas de la caída de pelo
La pérdida anormal de pelaje puede deberse a distintos factores, entre los que se encuentran:
- Alergias alimentarias o provocadas por parásitos.
- Infecciones de la piel.
- Estrés o ansiedad.
- Trastornos hormonales, como el hipotiroidismo.
«También observamos algún tipo de secreción o descamación o ronchitas, esto podría indicarnos que estamos frente a una enfermedad, como los hongos de la piel, las piodermitis que son causadas por bacterias y también la sarna que se conoce popularmente aquí en El Salvador como «jiote«», advierte Hurtarte.
Te podría interesar: Recuerdos que no se borran: así funciona la memoria de los perros
Cuidados y tratamientos esenciales para perros
Ante la sospecha de una pérdida de pelo anormal, es fundamental aplicar cuidados específicos y acudir al veterinario. Entre los tratamientos recomendados por los especialistas están:
- Cepillado regular para eliminar el pelo muerto.
- Incluir suplementos con omega 3 y omega 6, que favorece la salud de la piel y el pelaje.
- Revisiones semanales del estado de la piel y el pelaje de la mascota.
Consejos para prevenir la caída excesiva de pelo en perros
Los veterinarios recomiendan seguir estas medidas preventivas para mantener una buena salud dermatológica en los perros:
- Proporcionar una alimentación balanceada.
- Cepillar frecuentemente según el tipo de pelaje.
- Cumplir con la desparasitación interna y externa.
- Realizar controles veterinarios periódicos.
- Observar la piel y actuar ante cualquier cambio inusual.









