Un nuevo capítulo para la ciencia salvadoreña se escribió gracias al microbiólogo y docente de la Universidad de El Salvador (UES), Antonio Vázquez. Tras años de investigación con las semillas de Nacascol, una leguminosa utilizada en alfarería y curtido de pieles, descubrió una especie de hongo nunca antes registrada: Aspergillus uessalvadorensis. El hallazgo pone a El Salvador en el mapa científico.
Este hongo no solo representa un aporte al conocimiento científico, sino que también abre oportunidades para la industria de pigmentos naturales, la agronomía y hasta la gestión ambiental.
¿Cómo funciona este hongo?
Según explicó Vázquez, la semilla de Nacascol ofrece las condiciones perfectas para el desarrollo del hongo, debido a su riqueza en taninos y flavonoides. «El sustrato principal que puede haber para tener el colorante es un mineral, y ese es el hierro. El hongo se alimenta de la semilla, que tiene taninos y flavonoides, pero hay una característica particular: prefiere ese tipo de semilla y no otras. El colorante surge de la combinación entre la semilla y el tanino que contiene», detalló el científico.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Raquel Castaneda.
Reconocimiento internacional al descubrimiento
El hallazgo no pasó desapercibido. La Comisión Internacional de Nomenclatura Taxonómica de Hongos aceptó oficialmente el registro de la especie. Para ello, Vázquez documentó tanto el estudio fenotípico como el genotípico y presentó el nombre de la especie en dos bases de datos globales: GenBank (Estados Unidos) y MycoBank (Países Bajos).
«Ya se tenía el estudio fenotípico y genotípico, había que registrar el nombre en estas bases de datos mundiales», explicó el investigador, quien cuenta con doctorado en medicina, posdoctorado en investigación científica y varias maestrías en salud pública y microbiología.
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Orgullo académico y potencial de impacto
Colegas y estudiantes celebraron la noticia. Josefa Morán, microbióloga y docente de la UES, expresó: «Para mí su desempeño es muy bueno, estoy orgullosa de él como catedrático del departamento de microbiología y más aún por este logro».
Pero más allá del orgullo, Vázquez asegura que el Aspergillus uessalvadorensis tiene aplicaciones prometedoras. Entre ellas, la producción de tintes naturales, la posibilidad de degradar plásticos mediante genes específicos y su uso en la agronomía, gracias a su alto contenido de fósforo que favorece el cultivo de diversas plantas.
Este descubrimiento coloca a El Salvador un pie adelante en investigaciones científicas que pueden transformar la biotecnología y ofrecer soluciones sostenibles para el futuro, no solo a nivel nacional sino también a escala mundial.









