El Banco Central de Reserva (BCR) anunció que adquirió 13,999 onzas troy de oro en los mercados internacionales, como parte de su estrategia para diversificar y reforzar sus reservas. Con esta compra, las tenencias de El Salvador aumentan de 44,106 a 58,105 onzas troy, con un valor aproximado de US$207.4 millones. Se trata de la primera adquisición de este tipo que realiza la institución desde 1990.
La onza troy de oro es una unidad de medida de peso utilizada en el comercio de metales preciosos. Una onza troy equivale a 31,1035 gramos y es un poco más pesada que la onza común.
A nivel mundial, este metal precioso representa alrededor del 20% de las reservas de los bancos centrales, solo superado por los activos en dólares. En los últimos años, varias instituciones financieras han incrementado sus compras de manera significativa. Para El Salvador, la medida busca equilibrar sus activos y garantizar un respaldo sólido a largo plazo.
Aparte de ser un recurso estratégico, contribuye a proteger la economía frente a cambios internacionales y refuerza la confianza de inversionistas y ciudadanos. El BCR destaca que esta operación fue posible gracias al fortalecimiento de su patrimonio y a la estabilidad macroeconómica del país.
De acuerdo con un comunicado del BCR, con este paso, el país confirma su compromiso de mantener reservas diversificadas, seguras y sostenibles.
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El oro como respaldo estratégico en la economía
El oro es un recurso estratégico fundamental para la economía, ya que ofrece seguridad frente a la incertidumbre y los cambios en los mercados internacionales. Su valor estable lo convierte en un activo confiable que ayuda a proteger las finanzas de los países ante situaciones de crisis o inflación.
Formar parte de las reservas nacionales permite equilibrar los recursos del país y diversificar los activos, reduciendo riesgos y fortaleciendo la estabilidad económica. Esto también genera confianza entre inversionistas y ciudadanos, al demostrar que la nación cuenta con un respaldo tangible y sólido.
Además, al ser un recurso reconocido internacionalmente, el oro facilita la participación en mercados globales y asegura que los países tengan un respaldo duradero para enfrentar cualquier eventualidad económica, reforzando así su credibilidad y capacidad financiera a largo plazo.
