El bambú parece un simple tallo, pero en manos de Karla Zaldívar, una artesana, adquiere una nueva vida. Lo divide en partes y lo trabaja sin miedo a las astillas. De cada corte obtiene las piezas con las que más tarde tejerá canastos que conservan la esencia de la tradición.
«Le medimos seis canutos a la vara y la partimos en tajaditas, de ahí de partirlas vengo yo y empiezo a sacar lo que lleva aquí la canasta, son unos pedazos de la misma vara y de ahí vengo y saco la telita y van saliendo estas tajaditas», explicó Zaldívar.
Este arte llegó a ella a través de su padre, sin imaginar que terminaría convirtiéndose en su forma de vida.
«Cuando yo tenía como seis años, mi papá hacía canastos y nos levantaba a eso de las cinco de la mañana. Gracias a Dios yo aprendí este trabajo. Tengo14 años de hacer canasta y he aprendido muy bien. Tengo bastante clientela», subrayó la artesana.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Raquel Castaneda.
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Los canastos de bambú de Karla: un arte digno de admiración
A diario, los vecinos de Karla contemplan su labor y se asombran del talento que tiene en sus manos.
«Yo la admiro a ella que sí trabaja bien, hace bonitas las canastas y con eso de que ella hace canastitas se gana el sustento de todos los días, su comidita», aseguró María Estela Cárcamo, una de las vecinas de Karla.
Los canastos de bambú de Karla dan un toque especial a cualquier espacio, haciendo que cada detalle refleje talento y tradición.









