El senderismo se ha vuelto una modalidad para ejercitarse y desconectarse de las rutinas diarias de trabajo o estudio. Una práctica que eleva la adrenalina en zonas montañosas y volcanes. Pero en medio de este ejercicio se tienen historias sorprendentes y que narran experiencias traumáticas relacionadas con el extravío en su ruta, muchos coinciden que esto ocurre por patear la extraña planta conocida como “El Bejuco de Ajo”.
Según, Carlos Fuentes, de Comandos de salvamento, en lo que va del año ya han ayudado a buscar turistas que se han perdido por desorientación.
Hasta la fecha, Comandos de Salvamento señala que contabilizan cinco alertas de personas extraviadas en los siguientes volcanes: San Salvador, Izalco, Santa Ana, Chaparrastique y Chichontepec.
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Caminata que se convierte en pesadilla
Carlos Ramos y su primo se perdieron por varias horas, en una ruta que era corta relativamente.
“Estábamos en un río hicimos una caminata para botar el estrés. Para salir al otro lado del río en una caminata de 25 minutos algo rápido, que siempre lo hacíamos, constantemente y ese día nos perdimos fue algo increíble porque caminábamos y caminábamos era como que no íbamos a la salida algo demasiado fácil, pero en ese momento era como un reto, súper desorientados no encontrábamos que hacer”, dijo Carlos.
Aunque esta desorientación no era tan normal, en lugares llenos de mucha vegetación se comenta de una planta que al patearla sin saber puede llegar a desorientar a cualquiera y se le conoce como “El Bejuco de Ajo”.
En su testimonio Carlos recuerda que su primo le dijo que quizás habían pateado “El Bejuco de Ajo” y cuando él externó eso, su mente rápido se despejó. “Fue como que se quitó el trance y volvimos en sí y así salimos”.
Video/TCS.
¿Qué dicen los guías sobre este misterio del “Bejuco de Ajo”?
Hugo Mirón es guía turístico del área de occidente y explica que ha visto casos de muchas personas que se han perdido en esta zona.
“En la sierra de Apaneca- Ilamatepec tiende a haber bastante bejuco y por esa razón se le puede atribuir a la pérdida de personas. En los caminos montañosos crece bastante zacate cuando llueve, entonces ahí ves los bejucos que van creciendo y la persona cuando va despejando el camino sin querer toca la planta y se dice que las toxinas que libera ocasionan que las personas se extravíen”, manifestó Mirón.
Una postura que coincide con la vivencia de Carlos, quien asegura que cuando se dieron cuenta de lo que les pasó ellos hicieron el recuento de que entraron a las 9:00 de la noche y salieron de ahí a las 2:00 de la mañana.
Algo que fue inusual porque desde su experiencia en senderismo ese recorrido se hace en 20 o 15 minutos máximo. Carlos explica que al llegar a casa él revisó su GPS del teléfono y allí descubrió que “habían estado caminando en círculos todo ese tiempo increíble, pero cierto”, agrega. Los expertos recomiendan no hacer senderismo sin un guía.









