San Miguel – En las noches más oscuras, cuando las carreteras del oriente de El Salvador quedan en silencio, muchos aseguran haber visto a una extraña figura femenina que hiela la sangre. Se trata de La Descarnada, un espanto que aterra a los hombres y que forma parte de las leyendas más macabras del país.
La tradición popular cuenta que la Descarnada se presenta primero como una mujer de belleza deslumbrante. Aparece en medio de la carretera o pide un aventón al borde del camino. Quienes la ven quedan impresionados por su encanto y deciden acercarse. Sin embargo, el terror comienza cuando muestra su verdadera forma: un ser sin piel, con músculos y huesos al descubierto, y un olor a muerte que paraliza.
Las historias aseguran que este espectro persigue principalmente a los hombres mujeriegos, borrachos o infieles. Se cree que su origen está ligado a una mujer que, en vida, sufrió un castigo divino por sus pecados y quedó condenada a vagar como un alma en pena.
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En algunos pueblos, los abuelos advierten a los jóvenes que si una mujer hermosa aparece de noche en caminos solitarios, lo mejor es no detenerse. Muchos relatos coinciden en que, tras el encuentro, los hombres enferman o pierden el juicio.
La Descarnada no solo es un símbolo del miedo nocturno, sino también una advertencia moral que persiste en la cultura salvadoreña. Su leyenda continúa viva, recordando que en las sombras de las carreteras rurales de El Salvador todavía habitan misterios que desafían la razón.
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