Un autobús que trasladaba ciudadanos afganos procedentes de Irán chocó con una motocicleta y un camión cisterna que transportaba combustible, lo que causó un incendio en el que murieron cerca de 80 personas.
El siniestro, que la policía local atribuyó a «la excesiva velocidad y a la negligencia», se produjo en la provincia de Herat, en el oeste del país.
Testimonios recabados por la prensa revelan que el siniestro se originó cuando una motocicleta se cruzó delante del autobús. “El autobús iba muy rápido, chocó contra la motocicleta y, por el otro lado, llegó un vehículo que transportaba gasolina. Chocaron entre sí y, al impactar la gasolina explotó. El autobús salió disparado unos 50 metros fuera de la carretera. La gasolina se extendió hacia el autobús y este se incendió», dijo Abdullah, uno de los testigos.
Los pasajeros del autobús habían llegado hace poco de Irán y se dirigían a la capital Kabul, en el marco de una ola masiva de expulsiones ocurridas en los últimos meses.
Según la agencia de la ONU para las migraciones, al menos 1.5 millones de personas han regresado a Afganistán en lo que va de este año desde Irán y Pakistán, países que han expulsado a los migrantes después de albergarlos durante décadas.









