El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que su exaliado Elon Musk «ha perdido la cabeza». La disputa entre ambos continúa sin señales de reconciliación, tras el intercambio de declaraciones que ha captado la atención pública.
Las tensiones entre el presidente de la primera potencia mundial y el hombre más rico del planeta generan gran atención a nivel global, pero podrían derivar en consecuencias políticas y económicas significativas para Estados Unidos.
Donald Trump no aceptó la mano que le tendió el jefe de Tesla y SpaceX, quien quería una conversación telefónica.
«El presidente no tiene previsto hablar con Musk hoy», dijo a la AFP un funcionario de la Casa Blanca que pidió mantener el anonimato.
El jefe de Estado sí habló con periodistas estadounidenses. En CBS, aseguró estar «totalmente centrado» en su trabajo y «nada más».
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Una periodista de CNN aseguró que le dijo: «Ni siquiera pienso en Elon. Tiene un problema. El pobre tiene un problema».
«El hombre que ha perdido la cabeza», agregó en una llamada a ABC.
Incluso se plantea, explicó por la mañana un funcionario, deshacerse del Tesla rojo que compró en marzo en apoyo al propietario de la marca cuando la compañía caía en la bolsa y varios vehículos fueron vandalizados.
Más tarde, el republicano parecía más tranquilo.
«No pienso en Elon Musk (…) Solo le deseo lo mejor», declaró a periodistas.
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Trump vs. Musk: una ruptura con repercusiones políticas y económicas
Musk, principalmente mediante SpaceX, maneja grandes contratos con el gobierno federal, lo que lo hace susceptible, pero también le concede influencia gracias a las responsabilidades que le han otorgado.
En el ámbito político, Trump cuenta con un respaldo casi sólido entre sus seguidores, en contraste con la escasa influencia de su impopular exaliado.
Además, el magnate republicano ha demostrado que está dispuesto a emplear todos los recursos a su alcance para enfrentar a sus adversarios, incluyendo el Departamento de Justicia.
«Los principales medios de comunicación difunden muchas mentiras sobre el presidente Trump. Una de las más flagrantes es que es impulsivo o susceptible», escribió el vicepresidente JD Vance en X el viernes para defenderlo.
Sin embargo, para el Partido Republicano, la salida de escena de su mayor financista en la historia política del país resulta incómoda a poco más de un año de las elecciones de medio mandato.
Aunque Musk ha planteado públicamente la posibilidad de crear una nueva fuerza política, sus aspiraciones personales enfrentan un límite constitucional: los ciudadanos naturalizados no pueden aspirar a la presidencia de Estados Unidos.









